domingo, 16 de febrero de 2014

Ciclo vicioso.

Se supone que cada cosa tiene un ciclo, también se supone que lo que sube tiene que bajar, y que todo aquello que empieza tiene que terminar. Pero para mi el agua sigue en estado gaseoso, y la luna no vuelto a caer del cielo para darle espacio al sol, ni la vida ha terminado, ni esto ha llegado a su fin.

Recuerdo cuando nos pasábamos toda la noche hablando, de cosas estúpidas, hasta que alguno de los dos se quedaba dormido y el otro se acostaba a regañadientes, decepcionado por haber sido él quien tuvo que quedarse hablando solo, con una lágrima en el rostro. Al día siguiente ese quien se durmió era el primero en levantarse y escribirle al otro "Lo lamento. Buenos días, te quiero", he inmediatamente todo dolor se desvanecía. ¿No es eso lo que hacen las parejas? Pero bueno, nosotros nunca fuimos una, realmente. 

Todo esto me está volviendo loca, parece como si a ti no te importara, como si todo este tiempo hubieras estado pretendiendo que todo era real y como si solo estuvieses fingiendo los sentimientos. No puedo soportar la idea de que nunca más volveremos a estar juntos, que no volverá a ser nada como antes, que perdí a mi mejor amigo y a mi primer amor para siempre.

¿Por qué, después de tanto tiempo, sigo pensando en eso que se supone ya debió haber quedado en el pasado? ¿Por qué me sigue doliendo? ¿Por qué parece que mataste a mi alma? ¿Por qué no lo supero? ¿Por qué tu lo superaste tan rápido? Debe ser que realmente estaba enamorada... ¿Lo estaba... O lo estoy? Ya ni siquiera logro distinguir si este es un dolo presente o es simplemente un eco del dolor pasado.

Déjame respirar, deja de aparecerte en cada sueño, deja de ser el primer pensamiento que tenga en la mañana, deja de ser la primera persona en la que pienso si dicen la palabra "amor". No se si existan las segundas oportunidades, pero si no es así te aseguro que estaré dispuesta a darte mil primeras oportunidades una y otra vez. Sigo culpándome cuando en realidad eres tu quien lo hecho todo a perder. 

Simplemente no puedo seguir viviendo con el miedo de volverte a perder, cuando realmente el que me perdió fuiste tu. Busco motivos para demostrarme a mi misma que no has cambiado y que soy yo la del problema, porque debe ser que en mi interior todavía te quiero y no quiero aceptar que has sido lo peor que me ha pasado.

Ayer traté de dejarlo ir todo, hoy escribo esperando que todos estos sentimientos se vayan de mi corazón, y estoy casi segura que mañana volveré a empezar con este ciclo vicioso que me hace más débil cada vez que empieza de nuevo.

Ya es hora de decir adiós, de dejarte libre de culpas y de esperar que todo vaya bien con tu vida y con la mía, si algo tiene que ser en el futuro... lo será, el destino es la cosa más mítica, y a la vez, más sabia que existe. Te dejo libre de esta loca que esta rotundamente encantada contigo, para que puedas ir a buscar a alguien que te haga sentir indiscutiblemente encantado con ella.

Sinceramente he tratado de parecer indiferente cuando dicen tu nombre o cuando te veo, pero se que no lo logro y se que tu te das cuenta, pero te ves tan seguro de ti mismo cuando pasas por enfrente mío y ni me determinas. Solo te pido un último favor, aléjate lo más posible de mi, para ver si puedo contener el aliento y seguir en pie para cuando quieras volver a remendar lo que ya hemos remendado tantas veces. 

No digo que este sea el capítulo final del libro que poco a poco hemos venido escribiendo codo a codo, pero recuerda que la luz no puede volver si ni quiera se ha ido, que la lluvia no puede evaporarse sin antes haber caído, que el sol no puede salir sin haberse escondido, que nadie puede morir sin haber nacido, ni que esto puede terminar sin antes haber empezado.




No hay comentarios:

Publicar un comentario